Salta y Oroño


Construyendo destrucción

Las casas aparecen o desaparecen según ellos ocultan o descubren el humo. Las escaleras se extienden pero nunca llegan; siempre hay algo más. Los sueños rotos en las grietas de paredes derrotadas, palabras que se apagan con las demoras. Una gota ácida entierra dolores que no dejan de doler. Una gota dura, una lágrima corrupta que esconde demonios y culpas, que enciende el rostro de los caídos, de los que fueron, son y ya no serán parte del diario matutino.